La reina Sofía se opone a ir a recibir a Leonor a Nueva York
Desde la casa real querían que la reina emérita recibiera a la princesa Leonor en su desembarco del Elcano
La princesa Leonor está a punto de finalizar una de las etapas más exigentes de su formación militar a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano. Tras surcar más de 17.000 millas náuticas y visitar ocho países, la heredera al trono llegará el próximo 5 de junio a Nueva York, en la que será una de las últimas escalas del crucero de instrucción. Mientras el resto de los cadetes continuará la travesía de regreso por mar, Leonor regresará a España en avión para incorporarse a sus siguientes compromisos institucionales.
En este contexto, desde Zarzuela se ha activado un operativo de comunicación en Estados Unidos para cubrir el desembarco de la princesa. Sin embargo, uno de los gestos más esperados por algunos sectores de la prensa no se producirá: la reina emérita Sofía no acudirá a recibir a su nieta.
Zarzuela ha barajado que sea la reina Sofía quien reciba a la princesa Leonor en Nueva York
“La intención sería reforzar el papel de la reina emérita como figura integradora en la Familia Real y, al mismo tiempo, poner en valor los vínculos personales entre generaciones”, apuntan en Monarquía Confidencial. Sin embargo, a pesar de que se barajaba su presencia como símbolo de unidad familiar, la madre del rey Felipe VI se ha opuesto rotundamente. Y hay más de un motivo que justifica esta negativa.
Por un lado, la relación entre Sofía y Leonor, lejos de ser cercana, es prácticamente inexistente. Según fuentes cercanas al entorno de la Casa Real, abuela y nieta han intercambiado muy pocas palabras en los últimos meses. Y tampoco suelen compartir tiempo juntas al margen de lo que obligan protocolos como el típico paseo veraniego por Palma de Mallorca. De hecho, ni siquiera en estas ocasiones logran proyectar un vínculo afectivo real. Por eso, Sofía se ha negado a participar en lo que considera un simple “paripé mediático”.
Sofía se niega en rotundo
La reina emérita considera que su presencia no tendría sentido si la relación familiar no es auténtica. Y está convencida de que deben ser los padres de Leonor, Felipe y Letizia, quienes la reciban.
Por otro lado, Sofía arrastra un sentimiento de frustración reciente. Cuando quiso asistir a la graduación de la infanta Sofía, sus propios hijos le impidieron hacerlo. Y si no le permitieron cumplir su voluntad entonces, Sofía no quiere ceder a nada que vaya en contra.
Con esta decisión, la reina emérita vuelve a dejar claro que no está dispuesta a fingir. Para ella, lo importante no es la foto, sino la coherencia personal. Y, en este caso, la imagen familiar simplemente no encaja con la realidad.
