Llora la Corona española | La grave enfermedad que sufre la reina y tiene en vilo a toda la realeza
Una dolencia crónica obliga a la reina Letizia a modificar sus apariciones públicas.
La visita de los Reyes de España a los Países Bajos, los días 16 y 17 de abril de 2024, dejó una imagen insólita: la reina Letizia participando sentada en el tradicional besamanos previo a la cena de gala en el Palacio Real de Ámsterdam.
Este gesto, lejos de ser un capricho, responde a una dolencia que la monarca arrastra desde hace años y que, en esta ocasión, le ha impedido permanecer de pie durante el acto protocolario.
Se trata del neuroma de Morton, una enfermedad que afecta al pie izquierdo de la reina y que se ha agravado con el tiempo, sumándose a una metatarsalgia crónica en ambos pies. Esta combinación de patologías ha generado preocupación en la Casa Real y ha obligado a Letizia a adaptar su agenda y su calzado habitual.

El dolor oculto tras los zapatos de gala
El neuroma de Morton es una afección que consiste en el engrosamiento del tejido alrededor de uno de los nervios de los dedos del pie, generalmente entre el tercer y cuarto metatarsiano. Este engrosamiento provoca un dolor intenso en la planta del pie, sensación de ardor, entumecimiento y, en ocasiones, calambres en los dedos. Aunque no se trata de un tumor maligno, el dolor puede ser tan agudo que impide caminar con normalidad.
Esta dolencia es más común en mujeres de entre 40 y 70 años y está estrechamente relacionada con el uso de calzado de tacón alto y punta estrecha, que comprime los nervios del pie. En el caso de la reina Letizia, su predilección por este tipo de calzado en actos oficiales podría haber contribuido al desarrollo y agravamiento de la enfermedad.
Letizia cambia protocolo por salud
Desde que se le diagnosticó el neuroma de Morton en 2022, la reina ha tenido que realizar ajustes significativos en su vida diaria y en su papel institucional. Uno de los cambios más visibles ha sido la elección de calzado más cómodo y menos agresivo, optando por tacones más bajos o incluso zapatos planos en algunas ocasiones.
Además, la enfermedad ha obligado a Letizia a modificar su participación en ciertos actos oficiales. La imagen de la reina sentada durante el besamanos en Ámsterdam es un claro ejemplo de cómo esta dolencia afecta su capacidad para cumplir con las exigencias protocolares que requieren estar de pie durante largos periodos.
Qué futuro espera a la reina Letizia con esta enfermedad
El tratamiento del neuroma de Morton varía según la gravedad de los síntomas. En fases iniciales, se recomienda el uso de calzado ortopédico, plantillas específicas y fisioterapia. Sin embargo, cuando el dolor persiste, pueden ser necesarias infiltraciones con corticosteroides o incluso una intervención quirúrgica para extirpar el neuroma.
En el caso de la reina Letizia, se desconoce si ha recurrido a tratamientos invasivos, pero su continua adaptación a la enfermedad sugiere que está bajo supervisión médica constante. La evolución de su dolencia y las decisiones que tome al respecto serán determinantes para su participación en futuros actos oficiales y para su calidad de vida en general.