Tristeza en la Corona: Juan Carlos I tiene menos de un año, antes del peor final, para solucionar sus asuntos con Carlos III
El emérito teme que la inminente muerte de su amigo Carlos III complique su despedida histórica y acelere su ocaso definitivo. Las visitas secretas a Londres y las conversaciones pendientes marcan sus últimas jugadas.
Con 87 años y una salud cada vez más deteriorada, Juan Carlos I vive sus días más inquietos. El exrey de España, exiliado en Abu Dabi desde 2020, ha empezado a asumir que su final está más cerca de lo que imaginaba. La muerte de su amiga íntima, la reina Isabel II, fue un golpe del que no ha terminado de recuperarse.
Ahora, con la desmejora del cáncer que padece Carlos III, su temor se ha multiplicado. Sabe que tiene poco margen para cerrar cuentas pendientes con su amigo británico y con su propio legado. La idea de marcharse sin un funeral de Estado, ni el reconocimiento oficial que tuvo en vida no estaba en sus planes cuando fue el rey de España.
Desde hace meses, el padre de Felipe VI viaja con frecuencia a Londres en visitas discretas. Fuentes próximas al entorno real señalan que esas estancias no son solo encuentros protocolarios. “Juan Carlos está preocupado. Quiere dejar todo atado, con Carlos III y con su propia historia personal”, confirman allegados cercanos.
La relación entre ambas monarquías siempre fue estrecha y para el emérito es clave despedirse con dignidad antes de que su círculo de aliados se desvanezca por completo.
La enfermedad de Carlos III acelera los tiempos de Juan Carlos I
El diagnóstico de cáncer de Carlos III, anunciado tras la muerte de Isabel II, disparó las alarmas en las casas reales europeas. Aunque el Palacio de Buckingham mantiene el máximo hermetismo sobre su evolución, las filtraciones recientes no son alentadoras.
“Hace dos meses, los médicos le dijeron a Carlos III que las perspectivas no eran buenas”, aseguran fuentes diplomáticas. Juan Carlos I ha recibido esta información directamente de su amigo. “Sabe que no queda mucho tiempo”, subrayan desde El NacionalCat.
Mientras Kate Middleton, esposa del príncipe Guillermo, ha confirmado una evolución positiva en su tratamiento, el caso del actual monarca británico preocupa mucho más. “La preocupación se nota en las caras de todos cuando les preguntan por él”, reveló un corresponsal de la BBC tras un acto reciente.
Harry rompe el silencio y expone la gravedad: “No sé cuánto tiempo le queda a mi padre”
Hace solo unos días, el príncipe Harry sorprendió con una confesión en una entrevista con la BBC. A pesar de su distanciamiento con la familia real, reconoció que busca una reconciliación ante el delicado estado de salud de Carlos III.
“No tiene sentido seguir peleando. La vida es preciosa. No sé cuánto tiempo le queda a mi padre”, declaró. En la misma charla añadió: “Sería bueno tener esa parte de la reconciliación ahora. Si no la quieren, es su decisión”.
Estas palabras, interpretadas como una confirmación indirecta de que Carlos III no mejora, también han encendido las alarmas de Juan Carlos I. Las casas reales europeas preparan discretos protocolos ante un eventual fallecimiento. La línea sucesoria británica quedaría en manos del príncipe Guillermo, con quien el emérito no tiene la misma cercanía. Su ventana de oportunidad se estrecha.
El exmonarca español no solo piensa en la relación personal con Carlos III, también teme su propia despedida. Tras abandonar España en medio de escándalos de corrupción y un deterioro de su imagen pública, Juan Carlos I quiere evitar “irse por la puerta de atrás”. Según personas de su entorno, “le gustaría que su funeral tuviera un tratamiento de Estado”, algo difícil dado que ya no forma parte de la institución.