Enfrentamientos entre la infanta Sofía y Letizia ponen en riesgo la estabilidad familiar

El verano que debía unir a la Familia Real ha resultado ser una pesadilla doméstica. La infanta Sofía, recién graduada del prestigioso UWC Atlantic College en Gales, se encuentra atrapada en una convivencia cada vez más sofocante con su madre, la reina Letizia. Las vacaciones privadas, pensadas para el descanso y la unión familiar, se han convertido en el escenario de constantes discusiones y reproches. La benjamina de los Borbón no puede más: siente que su madre la trata como una segundona frente a la idolatrada princesa Leonor y que invade cada rincón de su vida.

Las fuentes próximas a Zarzuela aseguran que la convivencia entre Letizia y Sofía ha llegado a un punto crítico. La infanta, en plena transición hacia la adultez, exige independencia, intimidad y respeto por sus decisiones. Letizia, en cambio, mantiene una actitud férrea, obsesionada con el control absoluto sobre la imagen y el comportamiento de sus hijas. Según se ha filtrado, la reina no acepta que Sofía quiera estudiar fuera de España, especialmente en Estados Unidos, algo que ha sido interpretado como un intento desesperado de escapar de la opresión del palacio.

Letizia bajo fuego: control excesivo y favoritismo hacia Leonor

No es ningún secreto que la reina Letizia siempre ha proyectado a Leonor como el gran símbolo de la Corona. La princesa, destinada a ser heredera, ha disfrutado de una proyección pública cuidadosamente gestionada, mientras que Sofía ha tenido que ocupar un papel secundario, muy al estilo del príncipe Harry, aunque sin el revuelo mediático que rodeó al hijo menor de Lady Di.

Ahora bien, durante el verano, los roces han aumentado. La joven pasa la mayor parte del tiempo aislada o en compañía de sus amigos, esquivando cualquier oportunidad de compartir momentos con Letizia. De hecho, se rumorea que antes de viajar a Mallorca, madre e hija vivieron varias semanas de tensión en Zarzuela, llenas de gritos, portazos y reproches. La distancia entre ellas es total: mientras Letizia considera sus actos una muestra de protección, Sofía los percibe como un control excesivo y asfixiante.

Sofía prepara su fuga: universidad en EE.UU. como vía de escape

Mientras la Casa Real guarda silencio absoluto sobre el futuro académico de Sofía, la joven tiene sus planes claros. Quiere estudiar una carrera científica o alguna ingeniería en una universidad estadounidense y está decidida a no permitir que su madre interfiera más en su vida. A diferencia de su hermana Leonor, que se alista en la formación militar para seguir los pasos previstos por la institución, Sofía quiere forjarse un futuro propio, sin uniformes ni protocolos.

Letizia, sin embargo, se resiste con uñas y dientes. No le agrada la idea de tener a su hija menor tan lejos y sin su supervisión directa. Pero el ambiente en palacio es tan irrespirable que Sofía no solo busca escapar geográficamente, sino emocionalmente. “Quiere ser libre”, afirman voces cercanas al círculo de amigos de la infanta.

Ahora bien, aunque Felipe VI se muestra más comprensivo con sus hijas, las decisiones clave aún recaen en Letizia, y ese poder absoluto es lo que Sofía intenta desafiar. La reina, acostumbrada a tener todo bajo control, no acepta que su hija menor quiera romper las reglas. Pero si algo ha quedado claro este verano, es que la infanta está dispuesta a luchar por su autonomía, aunque eso signifique romper con la tradición… y con su propia madre.