La infanta Sofía está necesitando ayuda médica desde que volvió de Gales
Letizia quedó en shock al ver a su hija de nuevo
Si hay algo que siempre ha caracterizado a Letizia ha sido su obsesión con el estado físico de sus hijas. La Reina de España siempre fue una madre obsesiva a la hora de controlar todo lo que comían sus hijas. De hecho, en Zarzuela estaban prohibidos todos aquellos alimentos que pudieran resultar nocivos para el bienestar físico de la infanta Sofía o de Leonor. De hecho, no se toleraba la presencia de comida rápida, alimentos ultraprocesados o cualquier cosa que pudiera suponer un exceso de calorías. Si las pequeñas tenían hambre se les daba fruta, verdura o nada. Pero nunca chocolate ni bollería, todo sano.
Sin embargo, cuando salieron de Zarzuela, Leonor y Sofía descubrieron lo que era la libertad y ambas cayeron en el mismo error: disfrutar demasiado de su libertad a la hora de elegir lo que comían. La última en caer en esta situación ha sido la infanta Sofía que en su nueva vida en Gales comenzó a comer especialmente mal y a descubrir lo bien que saben algunos alimentos que lo único de bueno que tienen es el sabor, porque a nivel nutricional son lo peor.

La infanta Sofía ya está bajo tratamiento
Nada más ver llegar a su hija menor, Letizia quedó impactada, no esperaba ver a Sofía con una tan mala forma física. No entraba en su cabeza que su pequeña no se cuidara de una forma, como mínimo similar a la que lo hacía en Zarzuela. Es por este motivo que, al ver el mal estado de forma con el que llegó a Madrid, Letizia, rápidamente puso a Sofía en manos de especialistas para que comenzaran a ponerla a dieta y a controlar su peso.
De este modo, no parece que el verano de la infanta Sofía vaya a ser especialmente divertido, los endocrinos y nutricionistas de Zarzuela ya trabajan con ella para revertir esos malos hábitos que ha adquirido en Gales.
Así pues, este verano se presenta complicado para la infanta Sofía, quien se enfrenta a semanas de control estricto, visitas periódicas al endocrino y a un régimen alimenticio que no le permitirá excesos. Letizia quiere recuperar cuanto antes la imagen de su hija y demostrar que, en su familia, la disciplina sigue siendo una prioridad absoluta, aunque ello implique un sacrificio personal para Sofía, que deberá adaptarse de nuevo a las estrictas normas de Zarzuela, dejando atrás la libertad que había descubierto en Gales.